LA GRAN ESTAFA

Pasaron varios meses hasta que supimos sobre nuestra ComandantA Ramona. Fue entonces cuando recibimos un llamado telefónico donde la mismísima Porretas nos pasaba las coordenadas para ir a su encuentro. ¿La historia?! Increíble. A la casilla de correo de Ramona llego un e-mail que decía lo siguiente: Dear Ramona: Me complace comunicarme con usted para informarle que ha heredado tras la muerte de su tataratio abuelo Sultan Amir León Alcahazar Porretas de Marruecos, un parque de diversiones ubicado en la ciudad de Rabat. Para acceder a tal bien, es indispensable que viaje con urgencia hasta Marruecos para iniciar los trámites de convenio de partición y adjudicación. Lejos de un análisis profundo o de indagar sobre su árbol genealógico, la Comandanta viajó hasta Marruecos tentada por la fortuna. En su cabeza imaginaba el “Nuevo E.R.R.P land” donde cada entretenimiento estaría cargado del mensaje ciber revolucionario y libertario. Así la popular montaña rusa cambiaría su nombre por “Montaña revolucionaria rusa”. Las tazas bailarinas serian remplazadas por simpáticas ollas populares. El famoso Samba seria rebautizado por “La trova”. La vuelta al mundo cambiaria su nombre por “La revuelta”. Un universo de regocijo utilizado como medio de difusión al servicio de la ciber revolución. Al llegar al aeropuerto nadie esperaba a la ComandantA como se había acordado. Como se si encontrara en una esquina del barrio “con lo´pibes” Ramona destapó una cerveza. No es un dato menor que en Marruecos el alcohol estuviera prohibido por el Islam; información que Porretas ignoraba hasta ese preciso instante. Este sería el primero de una avalancha de problemas que nuestra líder ciber revolucionaria debiera padecer. Continuará… HASTA EL TRIUNFO ETERNAMENTE!
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