Esta semana no tuvimos noticias de nuestra líder la ComandantA Ramona Porretas. Presumimos que andar entre tanta totora, debe interferir en sus planes o señal. Todo este asunto me recordó a esa histórica huelga que gestamos allá por el 2010. Eran tiempos en que las telecomunicaciones avanzaban pero como de costumbre estaban al servicio de unos pocos, mientras que trabajadores y estudiantes, quedábamos excluidos de un bien fundamental, preciado e imprescindible como es WI-FI. Fue entonces cuando mediante todos los medios posibles (telefonía, paloma mensajera, señales de humo, etc.) nos auto convocamos y llamamos a una huelga general que duró varios días. Mientras los huelguistas exigíamos igualdad de oportunidades, los detractores sentenciaban “Que paguen” o “No se lo merecen”. Los fanáticos de la desigualdad social, aseguraban que los huelguitas pedíamos wi-fi para ver pornografía; que solo nos interesaban las redes sociales y los video juegos sanguinarios. Que interferíamos en sus señales. Que compartir el espectro radioeléctrico contagiaría cierto tipo de cáncer y/o sabañones (la enfermedad podía variar según la sapiencia del hipocondríaco).
A pesar de la injuriosa campaña, nada nos detuvo y seguimos adelante, las quejas tomaron cuerpo logrando que en algunos lugares públicos se utilice la señal de modo gratuito y seguro. Mientras esperamos a la Comandanta Ramona Porretas, los saluda:
SubcomandantA Enséñame. HASTA EL TRIUNFO ETERNAMENTE!
